“Es un problema enorme y urgente, porque la cifra de 6900 (móviles) durante 11 meses suena terrible, y será peor dentro de unos años si no encontramos alguna solución”, indicó Wray, citado por la cadena estadounidenses CNN.
El funcionario, no obstante, alega que la imposibilidad de acceder a los datos personales codificados podría afectar las investigaciones antiterroristas y la lucha contra el crimen organizado.
La cadena indica que la lucha contra las tecnologías de cifrado fue la tarea prioritaria del exdirector del FBI James Comey, destituido por el presidente de EE.UU., Donald Trump, el pasado mes de mayo.
En los últimos dos años han surgido más informes de agencias estadounidenses que poseen tecnología de espionaje avanzada para hackear los móviles de civiles. Algunos de los aparatos más conocidos de espionaje, actúan como un simulador de antena de telefonía móvil, obligando a dispositivos móviles a enviar ubicaciones y otra información personal.
Una red de filtraciones del exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) Edward Snowden, en junio de 2013, sobre los programas de espionaje masivo de EE.UU. contra sus propios ciudadanos (también contra muchos líderes mundiales), dañó la confianza pública en los sistemas de comunicaciones dentro del país norteamericano.
HispanTV.es
Etiquetas: