"En lo que respecta al acuerdo con Irán, seguimos de cerca los acontecimientos", declaró Ray al comentar los rumores de que el presidente Donald Trump podría anunciar estos días la retirada de EEUU del pacto.

La portavoz recordó que la alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Federica Mogherini, había definido en términos claros la postura de Bruselas al señalar que el PAIC "es un acuerdo de la no proliferación nuclear aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU, que funciona y da resultados como confirma el OIEA" (Organismo Internacional de Energía Atómica).
Catherine Ray señaló que el pacto nuclear supone "una solución sostenible a largo plazo que proporciona las garantías necesarias a todos los firmantes".

"Esperamos que todas las partes acaten las obligaciones derivadas del acuerdo", agregó la portavoz.

El Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC), adoptado en julio de 2015 y en vigor desde mediados de enero de 2016, prohíbe a Teherán acumular más de 300 kilogramos de uranio enriquecido al 3,67 por ciento durante 15 años y le obliga a enviar el excedente de ese material a terceros países, en particular a Rusia.

En enero de 2016, después de que la OIEA confirmara que Irán cumple las exigencias recogidas en el acuerdo, EEUU canceló algunas sanciones impuestas a la república islámica, pero mantuvo en vigor otras restricciones, desvinculadas del programa nuclear.
El pasado 20 de septiembre, el presidente Donald Trump tachó de vergonzoso para EEUU el acuerdo alcanzado con Teherán por su antecesor, Barack Obama. También el secretario de Estado, Rex Tillerson, se pronunció por modificar el acuerdo logrado tras varios años de negociación entre Irán y el Grupo 5+1 (los cincos miembros del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania).

El 15 de octubre vence el plazo para que el presidente Trump informe al Congreso de EEUU si convalida o no el documento.
La moción de rechazo no constituye una revocación automática del PAIC. Si Trump se decanta por abandonar el acuerdo, el Congreso tendrá un plazo de 60 días para definir los próximos pasos de EEUU.

La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dijo este jueves en una rueda de prensa que el mandatario ya adoptó una decisión y hará una declaración en el momento oportuno.

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