Según medios locales, ha habido concentraciones en Calella, Pineda de Mar, Reus, Igualada y la Seu d'Urgell, donde los bomberos estacionaron un vehículo e hicieron sonar las alarmas.
Establecimientos como el hotel Trave de Figueres han anunciado que no ampliarán la reserva de los cuerpos y fuerzas de seguridad españolas y que les obligarán a marcharse de sus habitaciones.
El 2 de octubre el Hotel Vila de Calella expulsó a más de 100 agentes de sus habitaciones apelando al derecho de admisión y a raíz de los disturbios producidos por la madrugada por los agentes.
Horas antes varios comercios y establecimientos de Calella se negaron a servir a los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil.
"No servimos a las fuerzas de orden público no autonómicas, tampoco queremos sus servicios", se puede ver en la pizarra de un local del municipio de Calella.
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