Las más antiguas muestras de vida en la Tierra plantean nuevas preguntas
Fue precisamente en este ambiente hostil que las primeras formas de vida debieron aparecer y comenzar a desarrollarse. Los resultados de un nuevo estudio publicado en la revista Nature proporcionan pruebas de que ya en una etapa tan temprana en la Tierra existían las condiciones necesarias para mantener la actividad vital de los organismos.
El hallazgo de trazas de actividad biológica en rocas de casi 4.000 millones de años hace retroceder el momento de la aparición de las primeras formas de vida unos 150-250 millones de años más en las profundidades de la historia.
En Groenlandia ya se habían encontrado formaciones de una antigüedad de 3.800 millones de años, sin embargo, el nuevo descubrimiento, realizado por Tsuyoshi Komiya de la Universidad de Tokio en las montañas Saglek en la parte norte de la provincia canadiense de Terranova y Labrador, se ha fechado con una antigüedad de alrededor de 3.950 millones de años.
Dominic Papino, un investigador del London College que no participó en el estudio dijo: "Creo que los autores llevaron a cabo un trabajo muy serio que podría ser aún más convincente si miraran las composiciones elementales y moleculares del grafito y sus derivados minerales".
El nuevo descubrimiento tiene un enorme potencial no solo geológico, sino también de importancia astronómica. Con su ayuda, es posible trazar paralelos entre la composición geológica y los cambios del paisaje en otros planetas para saber si hubo condiciones para la vida en el pasado (como en caso de Marte, muy parecido a la Tierra hace 4.000 millones de años).
Con esto, se podrá intentar averiguar si la vida nació localmente, o es un agente extraterrestre traído a la Tierra, por ejemplo, con los meteoritos, concluye PopMech.