No obstante, ninguna de estas apenas podría acercarse a los bombarderos furtivos de EEUU como B-1B, Boeing B-52 o B-2 Spirit mientras que estos sean escoltados por cazas estadounidenses o los de sus aliados. La única oportunidad para hacerlo sería en caso de que las Fuerzas Aéreas de Corea del Norte logren detectar estas aeronaves volando a solas, sin escolta.

Vasili Kashin, profesor emérito de la Escuela Superior de Economía, anteriormente declaró a The National Interest que Corea del Norte podría haber modificado sus misiles S-75 de clase tierra – aire. Además de eso, desde inicios de 2010 Pyongyang sigue sometiendo a pruebas a su moderno sistema de misiles, de un alcance de 150 kilómetros, conocido en Corea del Sur y EEUU como KN-06.

Por ahora no se sabe la cantidad de KN-06 que Pyongyang ha logrado producir en los últimos años, pero esta arma norcoreana tiene muchas capacidades y se parece al sistema de lanzamiento de misiles de Rusia, S-300.

Según Kashin, los analistas occidentales frecuentemente subestiman las capacidades industriales de Pyongyang. Por esta misma razón el periodista Dave Majumdar exhorta en su artículo a que en EEUU no se haga caso omiso a la presunta amenaza norcoreana.

La historia también conoce varios momentos en que los misiles de Corea del Norte habrían podido impactar en los aviones estadounidenses. El caso más reciente ocurrió el 18 de diciembre del 1994. Aquel día, Corea del Norte derribó un helicóptero de reconocimiento OH-58 sobre una zona desmilitarizada y capturó a uno de sus pilotos.

Cabe mencionar que recientemente el ministro de Exteriores de Corea del Norte, Ri Yong Ho, declaró que Pyongyang "tiene el derecho de tomar represalias con relación a EEUU, así como a derribar aviones que vuelen fuera de las fronteras del país asiático, dado que Donald Trump ha declarado la guerra a Corea del Norte".Sputnik

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