Pese a la presencia de fuerzas de seguridad, los ciudadanos le obligaron literalmente a Méndez a huir. En reacción a su indiferencia, empezaron a lanzarle todo tipo de objetos y agua, también lo empujaron y patearon.
Al verse acorralado, Méndez comenzó a correr para escapar de los inconformes hasta que consiguió subirse apresuradamente a una camioneta en movimiento entre una lluvia de insultos, rechiflas y consignas de los xochimilcas.
Los habitantes de la referida delegación mexicana se quejaban de que no habían recibido apoyo de su Administración tras el horrible seísmo que ha dejado 4000 edificios dañados y 295 muertos, según el último balance comunicado por el coordinador nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, Luis Felipe Puente.
HispanTV.es
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