Peña Nieto mencionó que el nuevo desastre natural "ocurre a menos de dos semanas de otro gran sismo en Oaxaca y Chiapas", en el sur de México, donde murió un centenar de personas y hay 2,3 millones de damnificados en comunidades rurales.
El presidente ordenó a los integrantes de su Gobierno "no detener la ayuda a los estados de Oaxaca y Chiapas".
Un 40% de la Ciudad de México y 60% del Estado de Morelos carecen de servicio de energía eléctrica después de la medianoche del 19 de septiembre (5.00 GMT), indicó y prometió "restablecerlo a la brevedad".
El líder mexicano ordenó activar el llamado Plan MX, que coordina los esfuerzos federales de auxilio a la población en una emergencia, con miles de uniformados de la Fuerzas Armadas y la Policía Federal están asistiendo a la población.
Los servicios de urgencia de la seguridad social y de hospitales federales "están disponibles para toda persona que requiera atención", sin necesidad de ser socio o beneficiario, anunció.
Expresó finalmente su "admiración a la unidad, trabajo y generosidad de que miles de mexicanos que han respondido a la emergencia", en un mensaje en el que evitó dar nuevas cifras.
"Hemos tenido experiencias difíciles a consecuencia de temblores en el pasado, hemos aprendido a responder con entrega y espíritu de solidaridad", puntualizó el presidente al final de su mensaje.
El saldo provisorio de personas fallecidas en el sismo de 7,1 grados que sacudió el centro de México el martes es de 149 personas, informó Luis Felipe Puente, director federal de Protección Civil del Gobierno de México.
En una corrección de las cifras a la baja, el saldo es que "al momento se reportan 149 fallecidos: 55 en Morelos, 49 en Ciudad de México, 32 en Puebla, 10 en el Estado de México y 3 en Guerrero", dijo la noche del martes el principal responsable de las acciones de rescate.Sputnik
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