La ONU y el caos global

  17 Septiembre 2017    Leído: 499
La ONU y el caos global

El mundo necesita la justicia, la paz, la igualdad, la misericordia y la sabiduría – a los valores eternales que son la plataforma en común de la humanidad que no se asegura por el sistema actual de la ONU
Los líderes mundiales esta semana estarán en Nueva York a fin de acudir a la Asamblea General de la ONU edición 72º en un tiempo cuando se profundiza el caos global. Aunque la ONU y las instituciones distintas vinculadas tengan el objetivo de hacer lo mejor para el mundo, la ONU o podrá producir soluciones para los asuntos urgentes hasta que quede similar su estructura organizativa.

El sistema de la ONU desde su fundación oficial en 1945 se encara con un desafío sobre la escasez de la agenda global en común, un liderazgo fuerte y los recursos suficientes. Este año no habrá un cambio también. La ONU con 193 miembros que es la organización mayor vista en el mundo y en la historia, será el escenario de las reuniones y los discursos que se enfocan en utilizar este foro global a fin de presionar la agenda económica y política limitada.

Pero por otro lado así no significa que algunas personas buenas en un abanico desde los presidentes hasta las delegaciones y los funcionarios de la ONU que no desearán algunos cambios reales para el bienestar de nuestro pueblo global. Este asunto es relacionado más que las personas o sus conciencias, pero con el puesto distinto de los intereses de los cinco miembros permanentes del consejo ante el resto del mundo por parte de la estructura del Consejo de Seguridad actual. No hay una respuesta razonable y democrática ante esta pregunta ¿Por qué estos cinco países permanentes están en este consejo 72 años después de la fundación de la ONU y cómo legalizarán la continuación del estatus quo en el siglo 21? Esta situación obliga a la ONU al fracaso en todos los asuntos que esperan soluciones urgentemente en el mundo.

La Asamblea General de la ONU este año se reunirá con el tema de ‘Enfoque al Humano: Lucha Para Una Vida Humana y Paz Para Todos En Un Mundo Sostenible’. Es un objetivo digno y todos deben contribuir a la realización de este objetivo. Pero las realidades activas revela el fracaso de toda la sociedad internacional en la protección de los pobres y los damnificados y en asegurar la ‘vida humana para todos’. La realidad es que hay guerras, las batallas de poder y más guerras y de esta manera los estados-naciones pueden mostrar sus potencias y las compañías de armas de esta manera obtengan más dinero. La realidad es que el rico se enriquece más cada día y el pobre se empobrece. La realidad es que las naciones más prósperas de Europa y la ONU ven con mayor ignorancia a cien millones de personas en el mundo que viven en la pobreza ante sus ojos.

Un informe de la ONU recientemente publicado es casi un verificador de esta realidad oscura. Saad Alfarargi el reportero especial de la ONU sobre el derecho de desarrollo dice lo siguiente compartiendo los resultados de su informe: '‘Las personas en los países en vía de desarrollo pagan los costes graves por las actividades globales que son más allá de sus propios controles. Actualmente testimoniamos a algunos desafíos mayores del mundo. Pero no hay la responsabilidad y firmeza global necesarias para el cambio necesitado’.

¿Si la ONU puede asegurar esta responsabilidad y firmeza globales para este cambio? La respuesta simple es que no lo puede. Su motivo es que vivimos en la era de los estados-naciones que buscan en utilizar globalización para que sirva a sus propios intereses nada más y en la época de las corporaciones multinacionales expandidas en dos o más países. La estructura actual de la ONU no fortalece la justicia y la igualdad entre sus propios países miembros. La hegemonía del Consejo de Seguridad de la ONU destruye en abajo todas las esperanzas para las soluciones permanentes en contra de todas las guerras, ocupaciones y la limpieza étnica desde Siria, Palestina hasta Myanmar.

Se paralizan los mecanismos de decisiones. Como ocurrió en Siria antes y hoy ocurre en Myanmar, la ONU no tiene ninguna potencia para impedir de ninguna manera la limpieza étnica, los crímenes de guerra y los crímenes cometidos en contra de la humanidad. Tomó semanas la entrada de los casos de violencia en los registros de la sociedad internacional que se aplicaron desde hacen mucho tiempo en contra del pueblo de Rohingya en Myanmar. Pero la ONU decidió una decisión tardada después de que el ejército birmano y los nacionalistas budistas forzaron a 400 mil musulmanes Rohingya a abandonar sus hogares bajo la sombra de sus armas de fuego.

Para que alcen sus voces en contra de la masacre en contra del pueblo de Rohingya, el presidente Erdogan en solitario mostrando un esfuerzo máximo intentó poner en marcha todos los países mundiales y la ONU.

Turquía es el último país que envió ayuda al pueblo de Rohingya en Birmania y Bangladés. La primera dama de Turquía, Emine Erdogan junto con dos ministros se fue a Bangladés para testimoniar a lo que ocurre allí. Deben estar seguros los de Rohingya que Turquía sin acabar la catástrofe humanitaria nunca dejará de ayudarles.

Erdogan atribuyéndose a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, tiene razón mientras dice ‘el mundo es más grande que los 5’. El mundo necesita la justicia, la paz, la igualdad, la misericordia y la sabiduría a los valores eternales que son la plataforma en común de la humanidad que no se asegura por el sistema actual de la ONU. Si se demanda que la ONU tenga un sentido y una legalidad en el siglo 21º el sistema de la ONU debe organizarse y ajustarse.

Pero aquí está el callejón sin salida: los cinco miembros del Consejo de Seguridad deben aprobar para que sea posible este tipo de organización. Claro, nunca aprobarán este tipo de reforma. Otra opción es que la Asamblea General que se forma de los 193 miembros, deben forzar este cambio unificándose. Pero así es imposible también, porque en palabras las naciones pobres y pequeñas del mundo que tienen un solo derecho de voto en las decisiones de la ONU están bajo la presión y el control de las naciones grandes y ricas. Los pobres y pequeños nunca tendrán la valentía para desafiar al estatus quo de ninguna manera porque saben que el ‘hermano mayor’ les presionará y abusará en el futuro con muchos métodos.

Es triste que la ONU no tiene la capacidad de salir de este dilema.

Pero la esperanza está en otro lugar. A pesar de los obstáculos gigantescos los países con la misma opinión y la misma conciencia con la agenda similar todavía pueden hacer un montón de bondades para los pobres, los débiles y los damnificados del mundo. Lo que necesitan únicamente es la unificación de sus potencias, trabajar sobre una agenda en común y tener la valentía y la firmeza para establecer la justicia, la igualdad y el respeto.



TRT.Haber

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