"Se puede morir solo una vez", un exagente de la CIA se sincera en una entrevista

  11 Septiembre 2017    Leído: 1412
"Se puede morir solo una vez", un exagente de la CIA se sincera en una entrevista
Eberhard Faetkenheuer, exagente de la CIA en Berlín, confiesa que se sintió abandonado después de ser descubierto y encarcelado.
El puente Glienicke, que conecta las ciudades de Berlín y Potsdam, se hizo famoso durante la Guerra Fría por los intercambios de espías capturados que se llevaron a cabo en el lugar, motivo por el cual llegó a ser apodado el 'puente de los espías'. El exagente de EEUU Eberhard Faetkenheuer reveló al periodista de Sputnik Tilo Graeser cómo era la vida de un espía de la CIA en la Alemania Oriental.

Eberhard Faetkenheuer fue uno de los 25 agentes occidentales que el 11 de junio de 1985 fueron intercambiados por cuatro espías de alto rango del bloque socialista. Faetkenheuer habló de su historia el pasado 7 de septiembre en un coloquio llamado 'Puente de los espías', organizado por el Museo de Espionaje de Alemania.

Después de la Segunda Guerra Mundial, el puente Glienicke fue utilizado como enlace entre el Berlín Occidental y Potsdam, una ciudad ubicada en la Alemania Oriental.

A mediados de los años 70, Faetkenheuer era uno de los 'espías de fines de semana' que recopilaban y transmitían a la CIA información sobre las actividades militares de la URSS y el Ejército Popular Nacional de la República Democrática alemana. Por esta causa, en 1979, fue arrestado por el Ministerio de la Seguridad Estatal de la RDA y sentenciado a 13 años de prisión. Pese a este contratiempo, Faetkenheuer fue afortunado, y su nombré figuró más tarde en una lista de espías destinados a un intercambio.
El exagente de la CIA explicó que fue reclutado por un amigo austríaco porque en 1965 fue expulsado de su universidad por un 'comentario desafortunado' y porque tenía una visión positiva de EEUU.

Sin embargo, una vez Faetkenheuer fue descubierto, arrestado y encarcelado, sus jefes no mostraron ningún interés por él y no trataron de sacarlo de prisión, tal y como le habían prometido anteriormente.

"Desafortunadamente, eran palabras vacías", señaló el exagente.

Su nombre fue agregado por las autoridades de la RDA a la lista de personas que participaron en el intercambio de 1985 únicamente porque consideraron que Eberhard no podía aportar nada a su país en prisión.

Faetkenheuer es uno de los más conocidos miembros de la lista de los 25. Se hizo famoso a raíz de la emisión del documental 'Intercambios de agentes orientales por occidentales', en el que contó su historia. Además, escribió un libro donde relata su biografía. Hoy por hoy, EEUU considera a Faetkenheuer como uno de los ganadores de aquella guerra e incluso se le asignó una compensación económica. Ronald Reagan también le envió una carta personal de agradecimiento por los servicios prestados.

A la pregunta del corresponsal de Sputnik sobre cómo se siente respecto a lo que hizo en aquel entonces y cuáles eran los sentimientos que experimentó, Faetkenheuer respondió: "Se puede morir solo una vez".

Después del famoso intercambio de 1985, el puente Glienicke se utilizó para los mismos fines una vez más, el 11 de febrero de 1986.

Esta vez los medios sí que pudieron presenciar el histórico intercambio de Anatoli Scharanski y otros agentes occidentales por 5 agentes orientales.

Desde entonces, el puente se convirtió en un símbolo del intercambio de espías.

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