La Fiscalía Antiterrorista de París, que trabaja en colaboración con la Audiencia Nacional sobre esa célula yihadista, indicó el día 23 que fueron dos o tres los que estuvieron en la región de París los días 11 y 12 de agosto en un viaje relámpago, cuyas motivaciones están por elucidar. El fiscal, François Molins, afirmó entonces que "nadie puede creer que ese viaje relámpago se hizo para comprar una cámara de fotos en la Fnac", y que los investigadores iban a verificar sus movimientos. Una de las hipótesis barajadas es que viajaran allí para obtener detonadores para los explosivos que fabricaban en Alcanar, artilugios difíciles de conseguir de forma casera y que resultan necesarios para activar las bombas.
Se sabe que los terroristas, entre ellos Younes Abouyaaqoub -el conductor de la furgoneta que arrolló a la multitud en La Rambla de Barcelona- se alojaron en un hotel de Malakoff, ciudad al sur de París próxima a Villejuif, donde el miércoles se descubrió de forma fortuita en un apartamento un laboratorio de fabricación de TATP, el mismo explosivo que hizo saltar por los aires la casa de Alcanar en la que tenían su base los terroristas. Tres sospechosos, de nacionalidad francesa, han sido detenidos por sus presuntos vínculos con el laboratorio de Villejuif, del que Collomb ha dicho que "es posible" que tenga alguna relación con el grupo de Alcanar, aunque se mostró muy cauto al respecto.
Más certidumbre ha mostrado Collomb sobre posibles vínculos de dos de los arrestados con grupos yihadistas en Siria e Irak, a la vista de las comunicaciones telefónicas interceptadas. Los dos sospechosos, que no estaban fichados por los servicios secretos, han asegurado en los interrogatorios que los explosivos eran para reventar cajeros en bancos, pero Collomb ha insistido en que la pista seguida no es la de delincuentes comunes, sino de terroristas.
elPeriódico
Etiquetas: