Se trata del aceite de oliva Fergus, que se vende en establecimientos farmacéuticos al precio de unos 40 euros el litro y promete un sinfín de beneficios para la salud: desde ayudar a reducir el colesterol y prevenir infartos de corazón, hasta preveer sustancias anticancerígenas y antiinflamatorias.
Sin embargo, nada permite indicar que se trate de un medicamento: contra toda expectativa, el Fergus no ha pasado los controles sanitarios pertinentes y tampoco cuenta con la indispensable autorización de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.
Lo cierto es que la mayoría de sus supuestos beneficios, incluyendo el de ser una alternativa al ibuprofeno, recaen en el oleocanthal, una sustancia presente -en mayor o menor medida- en otros aceites de oliva extra virgen, cuyos precios en los supermercados son de apenas unos 5 euros. Claro está, no prometen ser sustituto válido de ningún medicamento.
Sin tomar nada de esto en cuenta, Marca España decidió, en su cuenta de Twitter, hacerse eco de un reportaje de 'El Mundo', titulado "Así es el aceite de oliva virgen que se abre camino como remedio alternativo del ibuprofeno". La publicación en la red social provocó la indignación de muchos usuarios que cargaron contra el organismo, adscrito al Ministerio de Asuntos Exteriores, por promocionar como medicamento un producto que, en realidad, no lo es.
Finalmente, Marca España retiró el tuit y publicó un mensaje en el que pedía disculpas a los usuariosde la red, asegurando que su único propósito fue promocionar un aceite de oliva extra virgen producido por españoles. No obstante, los reclamos no se han detenido y sigue difundiéndose la imagen de la publicación inicial, disponible gracias a las capturas de pantalla que hicieron varios usuarios.
RT.actualidad
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