La delegación evaluará la situación en el campamento Kutupalong, en el distrito de Cox's Bazar, y distribuirá ayuda humanitaria entre los refugiados.
También el ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, llegó a Bangladés para reunirse con funcionarios locales, representantes de las ONG humanitarias y visitar el campamento de refugiados.
Turquía también pretende proporcionar ayuda humanitaria a unas 100.000 familias rohinyás que todavía permanecen en el noroeste de Birmania.
Un primer cargamento de TIKA —mil toneladas de arroz, pescado seco y otros productos de primera necesidad— ya fue entregado a las autoridades de Rakáin.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, acusó a principios de este mes a Birmania de perpetrar "genocidio" contra los musulmanes rohinyás y se declaró dispuesto a plantear el problema ante la Asamblea General de la ONU.
Unas 146.000 personas escaparon a Bangladés de la violencia en Birmania desde el agravamiento del conflicto el 25 de agosto, comunicó el 6 de septiembre el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Los rohinyás se establecieron en Arakán (antiguo nombre de Rakáin) a finales del siglo XIX y a principios del XX, durante la época colonial cuando los británicos alentaron su traslado desde Bengala Occidental a un territorio con escasa mano de obra agrícola.
Birmania, una nación mayoritariamente budista, deniega ciudadanía y derechos civiles a esta comunidad musulmana de unos 1,1 millones de personas, alegando que son inmigrantes bengalíes.
Sputnik
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