Anoche, en el principal escenario del US Open , en el estadio Arthur Ashe, Sharapova volvió a jugar un Grand Slam gracias a una invitación y su debut fue ante la N°2 del mundo, la rumana Simona Halep. Se quedó con el primer set por 6 a 4. En el segundo parcial, cuando ganaba 4-1, los nervios la traicionaron y lo perdió 6-4. Pero en el último parcial, volvieron sus precisos latigazos y se quedó con el parcial por 6 a 3. El último punto, con suspenso porque se fue por poco y Halep solicitó ojo de halcón, se pareció más al de una semifinal o final de Grand Slam que a una primera rueda. Sharapova se arrodilló, lagrimeó, y cuando constató que fue mala, lloró, y saludó al público que la ovacionó de pie. Verdaderamente, era difícil predecir cómo responderían las tribunas del Arthur Ashe. "Gracias, gracias", decía la ex N°1 del mundo al público mientras llevaba su mano al corazón y continuaba lagrimeando.
"Pensaba que esto era solo otro partido, otra oportunidad pero fue mucho más que eso. Y te das cuenta que valió la pena por todo lo que pasé. A veces te preguntás por qué trabajás tanto y esto es exactamente por qué", declaró Sharapova después, mirando al público.La Nación
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