Las exportaciones españolas de tomate en fresco ascendieron a 403.338 toneladas, un 3% menos sobre el mismo periodo del año anterior, con una facturación un 5,87% menor, según los datos del primer trimestre. Por el contrario, las exportaciones de Marruecos aumentaron un 15%, hasta las 178.000 toneladas.
Para la Federación Española de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex) son tres los motivos que han provocado esta situación. Primero, una avalancha de entradas de tomate procedente de Marruecos sin los controles necesarios. En segundo lugar, la falta de un mercado alternativo a las ventas que se hacían en Rusia. Por último, está el aumento de la producción en países como Holanda, donde las superficies de invernaderos casi se han duplicado en una década, hasta las 1.760 hectáreas en 2016 con una producción de 900.000 toneladas destinadas a todos los mercados, España incluida, donde se puede comprar tomate holandés a menos de un euro el kilo.
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