"En cualquier caso, tendrán lugar consecuencias negativas fuertes de las nuevas sanciones antirrusas de EEUU, tanto en la exportación de productos como en los servicios a Rusia, cuando la ley entre en vigor, la cuestión radica en el grado", indicó Lugansky en un comentario a Sputnik.

Además, el encargado de los negocios austriacos en Moscú espera con reserva las medidas recíprocas de Rusia, y sospecha que entre los afectados pueden encontrarse compañías de Austria que importan productos del sector minero ruso.
El Congreso de EEUU aprobó la semana pasada una ley que incluye sanciones contra Rusia por la supuesta interferencia en las elecciones estadounidenses de 2016, acusación que Moscú desmintió en reiteradas ocasiones.

La nueva normativa, que ahora se debe someter a la firma del presidente estadounidense, Donald Trump, también deja la puerta abierta a sanciones contra compañías europeas por colaborar con Moscú en el sector energético, lo que la UE calificó como iniciativa unilateral de Washington que amenaza los intereses comerciales de Europa.

Anteriormente las compañías austriacas más afectadas por las restricciones recíprocas fueron las empresas productoras de maquinarias, pero está vez los vetos repercutirán, según Lukavsky, en los sectores financiero y energético.
En particular, uno de los proyectos afectados podría ser el Nord Stream 2 y especialmente la compañía austriaca OMV.

Por otra parte, Lukavsky confía en que los lazos comerciales entre Moscú y Viena vuelvan a multiplicarse "tras los años duros, desde 2014 hasta 2016".

"Después de la caída de la exportación, esperamos que vuelva a crecer en un 15% o 20% en 2017, si no se aprueba ninguna sanción adicional".

Según el diplomático, esa cifra no resulta tan alta, pero "en cuanto la máquina rusa comienza a funcionar nuevamente, no hay quien la frene".

Sputnik

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