La Cancillería autorizó la misión "en atención a la naturaleza estrictamente humanitaria de la iniciativa y al compromiso asumido por el Gobierno argentino en llevar adelante el reconocimiento de los restos de los soldados caídos", señaló la cartera encabezada por Susana Malcorra en un comunicado. El viaje de la Cruz Roja es posible gracias a un principio de acuerdo alcanzado entre el Gobierno argentino y el británico, según confió una fuente oficial al diario La Nación.
Se trata de un primer paso que devuelve las esperanzas a los familiares de los combatientes argentinos fallecidos durante la guerra contra Reino Unido en 1982. Estos reivindican desde años su derecho a saber en qué tumba están enterrados sus seres queridos.
"Tenemos 169 muestras de sangre para identificar soldados sepultados como NN", afirmó en declaraciones radiales Julio Aro, presidente de la fundación No me olvides, una de las impulsoras de la identificación. Las muestras han sido donadas al Equipo Argentino de Antropología Forense, que sería el encargado de tomar muestras de las tumbas y analizarlas. Aro subrayó que algunos padres de combatientes tienen ya una edad avanzada y se les acaba el tiempo para "poder cerrar el duelo".
En 2012, en el trigésimo aniversario del conflicto bélico, el Gobierno encabezado por Cristina Fernández inició las gestiones para la identificación de los restos, pero el proceso se estancó porque Reino Unido quería que las autoridades de las Malvinas formaran parte de las negociaciones.
Las gestiones se aceleraron tras el cambio de Gobierno y han empezado a dar frutos. Aún así, el Ejecutivo encabezado por Mauricio Macri mantiene el reclamo por la soberanía de las islas, bajo dominio británico.
La guerra entre los dos países por las Malvinas, entre el 2 de abril y 14 de junio de 1982, causó la muerte de 255 militares británicos y de más de 650 argentinos.
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