El realizador osloense Erik Poppe estrena esta semana en salas españolas "La decisión del rey", la historia del único rey elegido democráticamente por un pueblo, el noruego, que capta un momento histórico para su país: la resistencia a la invasión nazi.

"Es algo que los noruegos estudiamos en el colegio, que fue el rey el que forzó al Gobierno a tomar la decisión correcta, a decir no a Hitler, aunque eso supusiera entrar en guerra con Alemania y le obligara a abdicar. Sabíamos esto y ya. Yo necesitaba más, quería contar la historia más detalladamente", señala el director en una entrevista telefónica con Efe.

Este es el quinto largometraje de Poppe, un cineasta que se presentó en España con "Mil veces buenas noches" (2013), que protagonizaban Juliette Binoche y Nicolaj Coster-Waldaw, donde vertía gran parte de su propia vida como fotógrafo de guerra para la agencia Reuters.

Una experiencia de la que sigue sacando réditos, reconoce, ya que su visión personal de la batalla ha sumado en la película para convertirla en una cinta bélica de gran realismo.

El filme incide en los pocos días en que se decidió la posición de Noruega en la Segunda Guerra Mundial, en concreto, los que siguieron a la invasión nazi del 9 de abril de 1940, y acompaña al rey hasta el momento en el que Hitler lanza un ultimátum para que Noruega se rinda y Haakon abdica.

Poppe asegura que, mientras se documentaba para hacer la película, descubrió "una historia mucho más dramática, en el sentido fílmico de la palabra".

"No podía contar la historia sólo como nos la habían contado y tampoco contribuir a confirmar muchas de las mentiras que nos han llegado a través del cine americano, por ejemplo".

Le llevó tres años revisar, junto a un pequeño grupo de personas, 70.000 documentos, biografías y artículos, además de entrevistarse con "todos los supervivientes" que pudo encontrar, incluida Astrid, la hermana mayor del actual rey de Noruega, Harald V, que facilitó una gran cantidad de detalles: "Se acordaba de todo con muchísima precisión".

En "La decisión del rey", dice Poppe, no hay nada inventado.

Comienza, de hecho, con imágenes documentales de la llegada de Haakon VII a Noruega en 1905, acompañado de Maud, su joven esposa británica, y de su hijo Olaf.

"Es una historia singular y sigue siéndolo hoy: es el único rey elegido democráticamente. Aquel año -1905, tras la separación de Suecia y Noruega- los noruegos decidieron que querían una monarquía y que querían a Haakon VII. Pero él dijo que sólo aceptaría si el pueblo estaba de acuerdo. Y le respaldó el 79%".

Es un caso único en Europa, destaca, ya que "ninguna casa real, ni Bélgica, ni Reino Unido, ni España creen en esta concepción de la monarquía. Me parece un concepto mucho más moderno y, desde luego, más honesto, puesto que mantiene el principio de servir a la gente. En lugar de eso, les vemos metidos en asuntos de corrupción".

En este punto, el director confiesa a Efe que es no es monárquico y que, por eso, está convencido de que "si hay que tener rey, mejor conocerlo bien y saber qué tipo de líder fue Haakon VII".

Y, rizando el rizo, Poppe eligió para darle vida al único actor internacionalmente conocido -es Mr. White en los últimos episodios de James Bond-, declaradamente antimonárquico, Jesper Christensen.

"Le conozco hace muchos años, y lo quería a él, era el hombre correcto, no sólo porque con un bigote se le parecía muchísimo -aunque tuvimos que afeitarle la cabeza-. Cuando se lo propuse me dijo "te ríes de mí", porque le acababan de nombrar republicano del año", se ríe Poppe, que no dudó en retrasar un año el rodaje para contar con él.

La película se estrena este viernes, 28 de julio, en salas de toda España. EFE

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