Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, y Felipe González, expresidente de España, durante su conversación en el Foro Económico Mundial en Medellín.
"Si el plebiscito para la paz no se aprueba, volveremos al conflicto. Tenemos información de que las FARC están preparadas para la guerra urbana". Con estas palabras ha concluido el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, su charla con el exmandatario español Felipe González en la primera jornada del Foro Económico Mundial de América Latina que se celebra hasta el viernes en Medellín. La sentencia la ha realizado en una conferencia bajo el título Asegurar la paz en Colombia en la que ambos políticos han hecho un repaso por las negociaciones que desde hace más de tres años el Gobierno y la guerrilla llevan a cabo en La Habana.
Santos, consciente de que su audiencia era una mayoría de empresarios colombianos y extranjeros, ha convertido la conversación en un ejercicio de pedagogía sobre el proceso. El presidente sabe que sin el apoyo de quienes tendrán que colaborar en la reinserción laboral de los guerrilleros desmovilizados, su apuesta por la paz se quedará coja. Uno a uno ha repasado, sin apenas autocrítica, los acuerdos alcanzados los últimos años. "Los delitos de lesa humanidad serán juzgados y sancionados", ha dicho sobre al punto de Justicia. "Las víctimas están en el centro de la negociación, ya hemos reparado a más de 600.000 [de los ocho millones de damnificados]", ha continuado. "El umbral del plebiscito para aprobar la paz es del 13,5%, en vez del 25%, en un camino más democrático para no darle juego a la abstención".
Cada afirmación era recibida con una sonrisa de aprobación de González. El expresidente ha reconocido su respeto y admiración por Santos, además de recordar a la audiencia de que es "consciente y cooperante" de los procesos de paz en Colombia desde el intento del mandatario Belisario Betancur a principios de los ochenta. "Por primera vez un esfuerzo de buena fe va a llegar un resultado positivo", ha asegurado mostrando "una esperanza a contracorriente del estado de ánimo". En la conversación ha sido complicado evitar mencionar la polarización en la que vive inmersa el país entre los seguidores de Uribe y su oposición frontal al proceso y Santos. "Les hemos dado todas las opciones para que se sumen y no han querido", ha vuelto a decir el presidente. González, en un intento por "desdramatizar", ha comparado la situación con el camarote de los hermanos Marx.
La conferencia también ha intentado convencer a la audiencia de que el posconflicto disipará las dudas sobre esa recesión que acecha a América Latina después de una década de desarrollo. "La previsión del crecimiento al 3% es una noticia que querrían los países vecinos, incluso el mío", ha dicho con optimismo González. "Cuando escucho que la pregunta de cuánto va a costar la paz, no solo me parece obsceno, sino que me planteo si alguna vez se ha calculado cuánto ha costado la guerra, incluido el sufrimiento humano". Para ambos políticos el coste en educación, infraestructuras y tecnología se convierte en una inversión para el futuro. "Yo instaría a los que tienen que dejar las botas por los votos a que se dieran prisa porque gestionar la paz es más complicado que la guerra", ha concluido el expresidente español.
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