Emerge una nueva zona de tensión en el golfo Pérsico

  25 Julio 2017    Leído: 435
Emerge una nueva zona de tensión en el golfo Pérsico
Las autoridades de Kuwait ordenaron a Irán cerrar el Centro Cultural de la Embajada iraní en la capital kuwaití y hacer regresar al agregado militar. El número de personal diplomático debe reducirse de 23 personas a 3. Estas exigencias se tienen que cumplir en solo 45 días.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Bahram Ghasemi, comunicó el lunes 24 de julio en una conferencia de prensa que el Gobierno de Kuwait lanzó un ultimátum a la República Islámica sobre el cierre del Centro Cultural en el territorio de la Embajada persa y el regreso a Irán del agregado militar de Teherán. El emirato también insiste en la necesidad de reducir el número de diplomáticos iraníes de 23 a 3 empleados, informó la agencia de noticias iraní Mehr.

"Siempre hemos tenido una relación positiva con Kuwait, pero lamentamos mucho sus últimos pasos. Sin embargo, dejamos a nuestro embajador en el país, de eso no hay ninguna duda", señaló Ghasemi, al tiempo que añadió que Irán "tiene reservado el derecho de respuesta, en caso de que sea necesario".

La razón para estas medidas extraordinarias reside en que el Gobierno de Kuwait descubrió una célula del grupo terrorista Al Abdali, cuyos miembros han sido acusados de espiar para Irán y para el grupo chií libanés Hizbulá, así como preparar actos de terrorismo. El Tribunal Supremo del emirato condenó a varios miembros de la célula a la pena de muerte.
Asimismo, el Ministro de Relaciones Exteriores de Kuwait pidió a su homólogo libanés que "controle las actividades de Hizbulá, movimiento que forma parte de la estructura política del Líbano", destacó la agencia de noticias Al Arabiya.

El profesor Muhammad Esmaeyli del Instituto Iraní de Filosofía manifestó al periódico Kommersant que espera que "las acusaciones contra Irán de preparar ataques terroristas y espionaje sean infundadas".

"Es posible que Kuwait se cansara de su papel de mediador y decidiera unirse a los Estados que declararon el boicot político a Catar", enfatizó el experto.

Desde el punto de vista de Esmaeyli, la causa principal para que Catar haya acabado en un aislamiento se desprende de su deseo de tener buenas relaciones con todos los países del golfo, incluso con Irán. "Es posible que las decisiones recientes de Kuwait pongan de manifiesto su política de reajuste y la presión que efectúan otros actores regionales", sostuvo el analista.
El 5 de junio, Arabia Saudí, Bahréin, Egipto y Emiratos Árabes Unidos anunciaron la ruptura de las relaciones diplomáticas y la suspensión de las comunicaciones terrestres, marítimas y aéreas con Catar, tras acusar a Doha de apoyar el terrorismo.

Al boicot diplomático de Catar se sumaron posteriormente Libia, Yemen, Maldivas, Mauritania y Comoras; Jordania y Yibuti redujeron el nivel de sus lazos diplomáticos con Doha; mientras que Senegal, Chad y Níger llamaron a consultas a sus embajadores en Catar.

Posteriormente, Arabia Saudí, Bahréin y los EAU presentaron a Catar un ultimátum de 13 puntos que Doha tiene que cumplir para que se restablezcan sus lazos con las naciones árabes.
No obstante, muchos expertos consideran que este conflicto fue provocado por razones políticas. La política aplicada por Catar contradice muy a menudo el enfoque de otros países árabes, particularmente el de Arabia Saudí. Además, a las autoridades saudíes no les gusta el trato moderado de los cataríes hacia Irán.

Reuters

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