Si hay una virtud que la selección española campeona de Europa ha exhibido a lo largo de casi una década ha sido su exquisito manejo del balón. Ha cimentado sus éxitos sobre una posesión y un acierto en el toque superior a la de ningún otro equipo, como demuestran las estadísticas de juego del equipo ganador de las dos últimas Eurocopas.

Las largas posesiones se han apoyado en rápidas combinaciones entre jugadores. España en 2012 dio una media de 772 pases por partido, casi 200 más que los siguientes equipos más "pasadores", Rusia y Holanda. Pero no solo lideró el ranking total de pases sino que también fue la selección que menos falló: el análisis de las estadísticas oficiales indica que el porcentaje de acierto en el pase de España superó el 86,7%.

Este equipo fue capaz de elaborar una receta ganadora: aunar cantidad y calidad.

Una defensa sin fisuras
Aunque a la selección se le reconoce por su fútbol ofensivo de toque y llegada continua, lo cierto es que el nivel defensivo que ha mostrado en las últimas Eurocopas ha rozado la perfección. En 2012 solo recibió un gol en toda la competición y fue la selección que menos apuros en defensa pasó, segundo factor clave junto a la eficacia en el toque en el camino a la victoria hace cuatro años. El único tanto encajado por España contrasta con los tres goles recibidos por las siguientes selecciones menos goleadas -Inglaterra y Portugal-, con tres goles cada una. Si España llegó a jugar siete partidos en la competición de 2012, estos dos equipos compitieron solo en tres y cuatro encuentros respectivamente. Estas cifras de goles se explican gracias a la eficacia defensiva que indican los datos: la selección recibió menos de nueve remates en contra por partido, mientras que otros grandes equipos como Italia o Alemania sufrieron las ocasiones rivales 11 y 14 veces por cada encuentro disputado.

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