El viernes, con 21 grados de mínima y 29 de máxima, será el día menos caluroso de todo el fin de semana de F1, en el que se espera que las temperaturas digan subiendo hasta alcanzar los 24 grados de mínima y 32 grados centígrados de máxima el domingo.
Así pues, el sol, pese a que se espera que venga acompañado de algunas nubes el domingo, estará muy presente en un GP de Europa muy caluroso. Las altas temperaturas volverán a poner a prueba los neumáticos Pirelli después de dos carreras (Mónaco y Canadá) en la que la lluvia o la temperatura del asfalto permitió el uso de los ultrablandos con normalidad. Esta vez, la degradación será muy importante, algo que puede beneficiar sin ninguna duda a los Mercedes en relación a Red Bull y Ferrari. Estos últimos, con problemas de degradación durante toda la temporada, esperan seguir el camino de Canadá, aunque el calor se lo pondrá muy difícil.
Otro de los protagonistas del fin de semana puede ser el viento, con rachas de más de 30 km/h el viernes, que disminuirán a medida que avance el fin de semana.
Etiquetas: