El conflicto armenio-azerbaiyano de Nagorno-Karabaj sigue siendo la amenaza más grave a la seguridad y a la paz en la región de OSCE. A pesar del mandato otorgado por OSCE según las resoluciones correspondientes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, observamos que la principal tendencia dentro de la organización es la eliminación de las tensiones en relación con el conflicto. Sin garantizar la retirada de las tropas armenias de los territorios de Azerbaiyán, el problema de reducir la tensión no se resolverá.

Lo ha abordado en la intervención de la delegación de Azerbaiyán en la reunión informal de los cancilleres de los estados miembros de la OSCE, celebrada el 11 de julio en el pueblo austríaco Maubarj.

En su intervención se señaló que dentro de la OSCE, se debe fijar una posición sobre status quo inestable en el conflicto: "Teniendo en cuenta las diferentes provocaciones de Armenia a lo largo de la línea del frente, destinadas a la escalada del conflicto, la situación debe ser modificada. El asesinato de dos jovenes de civiles como resultado de los de los disparos intencionales de los asentamientos humanos es una violación brutal de Armenia del Derecho Internacional Humanitario y demuestra una vez más que, apuntando a la población civil, Armenia aplica la política de incitación de Azerbaiyán a la reacción respuesta, para que bajo este pretexto socavar los esfuerzos de paz".

"La inevitable crisis de legitimidad, con el que el régimen actual de Armenia se enfrentará después de la solución del conflicto, lo empuja a cometer semejantes provocaciones. El liderazgo político de Armenia entiende que la solución pacífica de conflictos, en conformidad con el derecho internacional, se producirá la recuperación de la soberanía de Azerbaiyán en los territorios ocupados y su integridad territorial. Es por eso que con el fin de la prórroga del régimen de la administración de Armenia recurre a cualquiera de las vías para la fijación de la existente con el status quo.

Armenia tiene que entender que, confiando en el statu quo existente, se enfrenta con el riesgo de pérdida total de la independencia y convertirse en una herramienta de partidos políticos en la región. Sólo la solución pacífica de conflictos, la regulación de las relaciones de buena vecindad con la República de Azerbaiyán y otros países de la región, Armenia será capaz de crear un independiente y mejor futuro para su pueblo y para aprovechar el desarrollo de la región", señaló en un discurso.

"Por desgracia, el canciller de Armenia, de nuevo perdió una oportunidad de diálogo en Maurbaje. Él hizo una declaración completa de las acusaciones infundadas contra Azerbaiyán. Dicha declaración está prevista para la política de consumo interna. Eso no era un discurso esperado en la OSCE .

Todos los presentes en esta sala entiende que en el conflicto armenio-azerbaiyano quién es el agresor y quién es la víctima de la violencia. Nos interesa lo que quería lograr el ministro de Armenia con su declaración. Si el ministro considera que de esta manera se puede realizar alguna contribución en la recuperación de la confianza dentro de la OSCE , es absolutamente evidente que se naufragar.

Con la vista puesta hoy en Bruselas una reunión con el canciller de Azerbaiyán y los copresidentes del grupo Minsk de la OSCE, ministro de Armenia anunció declaración extremadamente provocativa. Instamos a a la delegación armenia de demostrar una posición constructiva y aquí – en la OSCE y en las negociaciones en Bruselas", - se dice en el discurso.

Zahra Aslanli

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