El martes las tropas azerbaiyanas y armenias volvieron a intercambiar disparos en la línea de separación de Nagorno Karabaj; el enfrentamiento dejó dos civiles muertos azerbaiyanos, entre ellos una niña de dos años de edad.

"La única vía para solucionar el conflicto de Nagorno Karabaj son las conversaciones y las normas internacionales que descartan el uso de la fuerza y propugnan la integridad territorial", dijo la portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Heather Nauert.

La funcionaria remarcó que su Gobierno está "profundamente preocupado" por las violaciones de la tregua del 4 de julio y la muerte de civiles.

Quisiera trasladar nuestras sinceras condolencias a las familias de estas víctimas", indicó Nauert.

La portavoz señaló que su país se suma a los llamados de Rusia y Francia, los otros dos copresidentes del Grupo de Minsk de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), a cesar los combates en la zona.

El 6 de julio los agregados militares de Rusia, EEUU, Turquía, Pakistán, China, Corea, Bulgaria, República Checa y Bielorrusia acreditados en Azerbaiyán, así como varios periodistas extranjeros, visitaron los poblados bombardeados.

El conflicto de Nagorno Karabaj que divide a Armenia y Azerbaiyán desde 1988 se agravó a principios de abril de 2016 después de haber permanecido latente durante más de dos décadas.

Los enfrentamientos se desencadenaron después de que Nagorno Karabaj, un enclave de población mayoritariamente armenia, decidiera independizarse en 1988 de la República Socialista Soviética de Azerbaiyán.
Bakú perdió el control sobre Karabaj y siete distritos adyacentes tras la escalada de las hostilidades entre 1992 y 1994.

Para impulsar una solución negociada del conflicto se instituyó en 1994 el llamado Grupo de Minsk, copresidido por EEUU, Rusia y Francia.

Azerbaiyán insiste en recuperar su integridad territorial, mientras que Armenia defiende los intereses de la autoproclamada República de Nagorno Karabaj, que no es parte de las negociaciones.

Sputnik

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