Este embalse, el más grande e importante de Venezuela, abastece con aguas del río Caroní la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, que provee el 75% de la energía del país con una capacidad de generación de 10 millones de kilovatios a la hora en sus dos salas de máquinas.
Anteriormente, fueron abiertas las nueve compuertas de esta represa, durante una transmisión del canal estatal Venezolana de Televisión, para demostrar la recuperación que ha tenido por la disminución de la sequía provocada por el fenómeno climatológico El Niño.
En 2016, este embalse alcanzó los niveles más bajos en su historia, al ubicarse a finales de mayo, 30 metros por debajo de su cota óptima, lo que obligó a hacer racionamientos eléctricos y de agua en todo el país, los cuales se han mantenido en 2017.
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