El equipo de investigadores presidido por Greg Taylor y Karishma Bansal de la Universidad de Nuevo México de EEUU, en el resultado de unas observaciones de diez años, han podido calcular el sentido de movimiento de órbita y velocidad de los agujeros negros monitoreando las señales emanadas de dos agujeros negros supermasivos que se chocaron a una distancia de 750 millones de años luz.
Según los estudios realizados, los agujeros negros orbitaban entre sí en un ciclo de 24.000 años alcanzando un volumen quince veces más grande que el sol.
Los hallazgos posibilitarán investigaciones más avanzadas para explicar con qué efectos cósmicos se unifican los agujeros negros supermasivos.
TRT
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