El 28 de junio, el PPE decidió expulsar a Pedro Agramunt del grupo político por la problemática generada en torno a su posible destitución como presidente de la PACE después de que haber mantenido una polémica reunión con el presidente sirio Bashar Asad.
La expulsión del presidente de la PACE del PPE fue decidida "de manera ilegal" por 26 miembros del grupo procedentes de "naciones con animadversión contra Agramunt por intentar unir a todos los países europeos", denuncian desde su equipo.
"De los 60 miembros del PPE presentes en la toma de esta decisión solo 26 decidieron votar a favor mientras que todos los demás se han negado a participar en este circo", aseguran.
Por ello, ni el equipo de Agramunt ni el Partido Popular español reconocen su expulsión como válida.
Del mismo modo, el político conservador español rechaza las enmiendas al reglamento en vigor aprobadas este martes por la PACE para allanar el camino a su destitución.
Las enmiendas fueron aprobadas por 154 votos a favor y 30 en contra con 13 abstenciones.
El reglamento vigente hasta ahora no estipulaba la posibilidad de destituir cargos electos, por lo que los legisladores se limitaron a emitir un voto de censura hacia Agramunt a finales de abril pasado, pero no pudieron forzar su dimisión.
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