"Al igual que muchos Estados, [en Irán] existen dos ejércitos: el Ejército iraní, leal al propio país, y el IRGC y su milicia Basij, leal al Gobierno y al espíritu de la revolución", escribió el columnista.
A diferencia de la mayoría de las naciones con dos ejércitos, el Ejército iraní y el IRGC sufren menos duplicación de funciones y capacidades, en gran medida debido a la Revolución iraní de 1979, que depuso a la monarquía del sah e impuso un estado revolucionario teocrático.
Mientras que el Ejército guardaría las fronteras del país y lo defendería contra amenazas externas, el IRGC defendería el propio statu quo interno.
Según datos del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington del año 2013, las Fuerzas Terrestres Islámicas de Irán cuentan con 350.000 soldados activos.
Estas tropas están formadas por cuatro divisiones blindadas, dos divisiones de infantería mecanizadas, cuatro divisiones de infantería ligera, seis grupos de artillería, dos divisiones de fuerzas especiales, una brigada aerotransportada, de tres a cuatro brigadas de comando, un número desconocido de unidades de aviación y otras brigadas blindadas y de infantería.
"Las fuerzas terrestres disponen de una serie de vehículos blindados, entre ellos 1.663 tanques de batalla, 725 vehículos de reconocimiento y de combate de infantería, 640 vehículos blindados de transporte de personal, 2.322 obuses remolcados y autopropulsados y 1.476 lanzacohetes múltiples", enumeró Mizokami.
Por su parte, el IRGC también cuenta con numerosas tropas, pero como se dedican solamente a proteger a las autoridades teocráticas en el país, están armadas más ligeramente que el Ejército persa.
Mizokami subrayó que la parte más importante del IRGC, y posiblemente de todas las Fuerzas Armadas Iraníes, es la Fuerza Quds. Compuesta por entre 15.000 y 30.000 de los mejores soldados del IRGC, la Fuerza Quds normalmente opera junto a actores no estatales como el Hizbulá, proporcionando capacitación, armas y apoyo.
El experto destacó, sin embargo, que pese a su tamaño considerable, las tropas iraníes todavía carecen de armas modernas y de calidad, aunque ya buscan aliviar esta deficiencia comprando armamento actual y desarrollando equipos bélicos propios.
Además, este inconveniente se ve contrapesado por la propia geografía del país, su población y su tamaño, que lo hacen resistente ante cualquier invasión.
En cualquier caso, "una 'inyección' de financiación y de propósito podría convertir a Irán en la potencia terrestre dominante en el Oriente Medio", concluyó Mizokami
Sputnik
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