Con los teléfonos inteligentes y las consolas populares el mundo está expuesto al fenómeno de los videojuegos como nunca, lo que hace importante saber cómo afecta este pasatiempo a las capacidades cognitivas.
Los videojuegos han sido un tema controvertido a lo largo de los años, que ha pasado de la demonización al elogio, pero apenas han habido datos científicos para apoyar estas tesis.
Ahora, un equipo de investigadores se ha encargado de realizar un análisis profundo del asunto, resume el portal EurekAlert!.
El grupo liderado por Marc Palaus, de la Universidad Abierta de Cataluña, analizó los datos de 116 estudios dedicados a los cambios cerebrales vinculados con videojuegos.
Al estructurar los datos, se reveló que la afición a jugar cambia el rendimiento y la estructura del cerebro, aumentando la capacidad de mantener la atención tanto continua como selectiva: las partes del cerebro activadas por los juegos se hacen más eficaces también en otras tareas de la vida real.
Además de la atención, los videojuegos hacen que las partes del cerebro responsables de la orientación visual-espacial aumenten en tamaño y eficacia.
Pero por otro lado, el 'mito de la adicción' se confirmó también. Los mecanismos de recompensa se usan extensamente en los videojuegos, así que el deseo de recibir más estimulaciones neuronales asociadas con los éxitos en los juegos básicamente repite el guion de cualquier otra adicción existente.
En general, los autores se abstienen de conclusiones fundamentales apresuradas debido a que el fenómeno es relativamente nuevo y requiere muchos más estudios.
"Es muy probable que los videojuegos tengan un efecto positivo para la atención, la capacidades visuales y motoras, así como un efecto negativo, representado por el riesgo de la adicción. Es importante darnos cuenta de que es un asunto complejo", concluyó Palaus.
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