¿EEUU no confía en sus nuevos aviones en la lucha contra Daesh?
Según el estudio, el mayor número de bombas fue lanzado por el caza F-15 (14.555 proyectiles), el avión de ataque A-10 Thunderbolt II (13.856 proyectiles), el bombardero estratégico B-1 Lancer (9.195 proyectiles), el caza polivalente F/A-18 Super Hornet (8.920 proyectiles), el caza polivalente F-16 Fighting Falcon (7.679 proyectiles) y el bombardero estratégico B-52 Stratofortress (5.041 proyectiles), entre otros.
Todos estos aparatos empezaron a utilizarse en el siglo pasado o a inicios del siglo XXI. Con todo eso, el F-15 y el A-10 están activos desde hace más de 40 años.
No obstante, estas aeronaves no son las únicas que Washington probó en las operaciones contra Daesh. El país norteamericano también utilizó su caza F-22 Raptor y drones MQ-1 Predator y MQ-9 Reaper, pero estos aparatos lanzaron un menor número de proyectiles en las operaciones contra los terroristas.
El F-22 Raptor lanzó 1.535 bombas, mientras que los drones MQ-1 Predator y MQ-9 Reaper dispararon 2.274 y 2.188 proyectiles respectivamente. Este poco uso se puede explicar por el hecho que estos aparatos suelen utilizarse en otro tipo de operaciones, más relacionadas con la inteligencia, el reconocimiento y la vigilancia.
Estas aeronaves entraron en servicio en EEUU a inicios del siglo XXI, posteriormente a los demás aviones citados en el estudio.
La capitán estadounidense Kathleen Atanasoff destacó al portal Business Insider que el uso de diferentes aeronaves en los combates lanzados contra Daesh depende de factores como el teatro de guerra, el tipo de misiones y de artillería.
Por su parte, los medios rusos destacan que Rusia eligió otro camino para luchar contra los terroristas en Oriente Próximo, particularmente en Siria, al decidir usar en combates sus armas más novedosas entre las cuales de destacan los cazas Su-35S, Su-34 y Su-24.