Obama destaca que la tragedia se debe al fácil acceso a las armas
Obama ha declarado infinidad de veces que la gran frustración de su mandato ha sido no haber podido limitar el acceso de la ciudadanía a las armas en un país en el que mueren más personas a causa de la violencia armada que por accidentes de tráfico. El promedio supera más de un tiroteo masivo al día, y el FBI sólo incorpora a la estadística los casos en que mueren al menos tres personas. El Congreso, influido por la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA), se ha negado incluso a restringir el acceso a armas propias de la guerra como el fusil de asalto que utilizó el autor de la masacre de Orlando, que se puede comprar por unos centenares de dólares y dispara hasta 600 balas por minuto.
En un segundo término de su mensaje a la nación, Obama subrayó el carácter terrorista y de “crimen de odio”, que atribuyó a la masacre de Orlando. “Este es un día especialmente doloroso para todos nuestros amigos, nuestros compatriotas estadounidenses que son lesbianas, homosexuales, bisexuales o transexuales”, señaló el presidente, subrayando que “el tirador se dirigió a un club nocturno donde las personas se reunieron para estar con los amigos, bailar y cantar, y para vivir. El lugar donde fueron atacados es más que un club nocturno, es un lugar de solidaridad e independencia donde las personas se han unido para crear conciencia, para decir lo que piensan y abogar por sus derechos civiles... Así que esto es un recordatorio aleccionador de que los ataques a cualquier estadounidense, sin importar la raza, el origen étnico, la religión o la orientación sexual, son ataques contra todos nosotros y contra los valores fundamentales de la igualdad y la dignidad que nos definen como país. Y ningún acto de odio o terror va a cambiar lo que somos”.
El hecho que Obama evitara confirmar el móvil yihadista se debe a que las informaciones eran todavía muy confusas y el propio padre del presunto autor descartó el vínculo yihadista, pero también a que, como habían previsto diversos analistas, un ataque islamista en Estados Unidos marcaría una inflexión en el debate electoral, con un Donald Trump que insiste con un discurso islamófobo que cuaja en un amplio sector del electorado.
Los líderes republicanos sí pusieron el énfasis en el móvil islamista del atentado. Con todo, la primera reacción del candidato republicano a la presidencia fue más contenida de lo que se podía prever. aunque sin dejar de arrimar el ascua a su sardina. “Agradezco las felicitaciones de quienes me dan la razón ante el terrorismo islámico radical, pero no quiero felicitaciones, hemos de ser duros, tenaces y vigilantes”, tuiteó. “Necesitamos proteger a todos los estadounidenses, al margen de su origen y creencia, del terrorismo radical islámico, que no tiene lugar en una sociedad abierta y tolerante”, afirmó en un comunicado posterior.
Su rival, Hillary Clinton, no rehuyó el desafío: “Tenemos que redoblar nuestros esfuerzos para derrotar a los grupos terroristas internacionales, trabajando con aliados y socios para ir tras ellos dondequiera que estén”. “Desperté con la noticia devastadora de Florida. Mientras esperamos más información, mis pensamientos están con los afectados por este acto horrible”, afirmó Clinton en su cuenta de la red social.
Clinton abogó por redoblar los esfuerzos para defender al país de “las amenazas internas y externas” y pidió que personas como el atacante de Orlando no puedan tener acceso a las armas que usó él. “Esta es la mayor matanza (por disparos de una persona) en la historia de Estados Unidos, y eso nos recuerda una vez más que las armas de guerra no tienen lugar en nuestras calles”, agregó la aspirante presidencial demócrata. Clinton anunció además que, a raíz de estos hechos quedaba cancelado un acto político que iba a celebrar en la ciudad de Green Bay, en el estado de Wisconsin, y en el que iba a participar también el presidente Obama.
Asimismo, el senador Bernie Sanders, que ha competido con Clinton por la nominación presidencial demócrata, calificó la matanza de “horrible” e “inimaginable” y manifestó su esperanza de que los heridos “se puedan recuperar”, en declaraciones a la cadena NBC.