Según el Departamento de Estado de Estados Unidos, el último ataque es parte de una operación de defensa propia y no es un indicativo de una escalada del conflicto.
"Sin embargo, los ataques del Pentágono contra las fuerzas sirias se han vuelto regulares: en abril fue en la base aérea Shairat, en junio en Al Tanf. No parece ser autodefensa", comentó el analista político Alexandr Jrolenko para Sputnik.
La Cancillería siria calificó el ataque de crimen cometido por la "ilegítima coalición internacional encabezada por Estados Unidos". Damasco subrayó, además, que durante los últimos tres años, EEUU y sus aliados han llevado a cabo sus operaciones contra Daesh —organización terrorista proscrita en Rusia y otros países- sin autorización del Gobierno sirio.
Por su parte, tras las agresiones a las posiciones de Damasco, las fuerzas aliadas del Ejército del Gobierno sirio, que incluyen tropas iraníes y del Hezbolá libanés, amenazaron a la coalición liderada por Estados Unidos con un ataque de represalia.
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