Hoy, un equipo de astrónomos presenta un descubrimiento en las antípodas de todo esto, pero no por ello menos apasionante.
El hallazgo se ha hecho con el telescopio extremadamente pequeño KELT, cuyo objetivo es detectar exoplanetas en torno a estrellas mucho más grandes, brillantes y violentas que el Sol. Estos astros parecen albergar muchos menos planetas que las estrellas más pequeñas, y una posible explicación es que estos mundos acaban siendo devorados por su estrella o desintegrados por la intensa radiación.
Los responsables del telescopio describen hoy en Nature el Kelt-9b, un planeta gaseoso unas dos veces más grande que Júpiter y que está 30 veces más cerca de su estrella que la Tierra del Sol, lo que le convierte en el gigante gaseoso más cálido descubierto hasta el momento.
El nuevo mundo está a 650 años luz. Un año terrestre dura allí un día y medio, lo que tarda en dar una vuelta a la estrella. Kelt 9-b ofrece siempre la misma cara a su astro. La temperatura en la faz iluminada supera los 4.300 grados, casi 10 veces más que Venus, el planeta más cálido del Sistema Solar.
El calor y la radiación hacen que los átomos de la atmósfera vibren tanto que les es imposible unirse para formar agua o cualquier otra molécula con la que comenzar a construir una química mínimamente habitable.
HispanTV.es
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