El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, dijo que los líderes mundiales podrían encontrar soluciones para muchos problemas permanentes poniendo en marcha los ideales de Muhammad Alí.

Erdogan redactó el artículo “Hacer vivir el legado de Muhammad Ali” para Bloomberg de EEUU.

“Muhammad Ali era un deportista perfecto y una persona muy interesante. Las personas en el mundo se inspiraron no sólo por su deportismo, sino también por su profundidad y su postura política (…) La humanidad está afrontando problemas mucho más graves y al parecer, los líderes mundiales podrán inspirarse de Muhammad Alí en esta época en que no hay una valentía suficiente para tratar directamente estos problemas urgentes. Sus mensajes sobre la paz, libertad y solidaridad se atribuyen a algunas políticas básicas de Turquía.

Turquía es el tercer país que hace la mayor cantidad de ayuda humanitaria y que alberga a inmenso número de refugiados del mundo. Turquía, que adoptó la política de “puertas abiertas” para los inmigrantes sirios en 2011, hospeda en su territorio a más de 3 millones de personas que huyeron de la guerra y ha gastado 10.000 millones de dólares por sus necesidades (…) Los asilados sirios siguen beneficiándose de los servicios de educación, salud y profesión gratuitos, pero las contribuciones del público internacional constituyen sólo una parte del presupuesto humanitario de Turquía”.

El presidente turco precisa que las sociedades más fuertes del mundo son en las que todos son considerados iguales. “Muhammad Alí, como socio de la minoría musulmana de EEUU, quedó sometido a la injusticia, discriminación y maltrato”.

“Las sociedades islámicas no deben olvidar lo que experimentó Alí. Deben tomar los pasos necesarios para que los cristianos y judíos se sientan como una parte de aquellas sociedades. Desde 2002, se han gastado millones de dólares por la reconstrucción de las iglesias y sinagogas en estado de ruinas que son una parte crucial del patrimonio. La Catedral de Santa Cruz, que es una iglesia armenia medieval en la isla de Akdamar, recibió una amplia restauración en 2007 y entró al servicio. Lo mismo pasó con la Gran Sinagoga de Edirne, el santuario hebreo más grande de Europa (…) Los problemas actualizados por Muhammad Alí hace tantos años todavía siguen al día. El método correcto para honorificar al Campeón del Pueblo será hacer vivir la idea de libertad, igualdad y solidaridad”.

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