Cameron viaja este jueves a Gibraltar para defender la permanencia en la UE
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La campaña Gibraltar Stronger In, partidaria de que Reino Unido siga siendo miembro de la UE, ha informado de que Cameron participará en un acto a las 17.00 junto al ministro principal gibraltareño, Fabian Picardo. Está prevista también una conferencia de prensa y una entrevista en la televisión local.
El Gobierno español expresó este miércoles su rechazo a la visita de Cameron. Fuentes del Ejecutivo han informado de que el miércoles el Gabinete de Cameron comunicó al del presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, que el primer ministro realizará este jueves una visita de dos horas a Gibraltar. Las mismas fuentes han explicado que desde el Gabinete de Cameron se ha dado cuenta también del viaje del primer ministro británico al embajador de España en Londres, Federico Trillo. Ante ese anuncio, las fuentes consultadas por Efe recalcan que "el Gabinete del presidente del Gobierno ha reiterado la conocida posición contraria de España a este tipo de visitas".
El pasado 11 de mayo, Philip Hammond, titular del Foreign Office, realizó también una visita a Gibraltar que el Gobierno español calificó de “ofensiva”. El Ejecutivo en funciones aseguró entonces que fue informado "en tiempo real" de la visita, cuando el ministro de Exteriores británico se encontraba ya en Gibraltar. Y expresó su malestar por el hecho de que el viaje incluyera una visita a instalaciones militares y una revista de las tropas, así como por las declaraciones sobre soberanía realizadas por el ministro británico.
El avión oficial que trasladó a Gibraltar al ministro de Exteriores tuvo que desviarse al espacio aéreo portugués ante la negativa española a que sobrevolase territorio español. Fuentes diplomáticas españolas negaron que se tratase de una represalia por el viaje y recordaron que se trata de una medida general: ningún vuelo de Estado que entra o sale de Gibraltar puede atravesar espacio aéreo español.
Cerca de 23.000 de los 32.000 residentes en Gibraltar están llamados a votar el próximo jueves, aunque no votan en las elecciones generales británicas. Gibraltar es el único territorio británico de ultramar que se unió a la Comunidad Económica Europea con Reino Unido en 1973. Desde 2004, los gibraltareños pueden votar en las elecciones al Parlamento Europeo, como parte de la región del suroeste de Inglaterra. Se trata del único territorio británico de ultramar con derecho a voto el próximo jueves. Aparte de los nacionales británicos, los ciudadanos de Irlanda, Malta y Chipre residentes en Reino Unido también podrán participar.
Para Fabián Picardo, la visita del primer ministro constituye un momento "histórico". "Demuestra el compromiso que Cameron ha mantenido hacia Gibraltar desde que fue elegido por primera vez", ha asegurado el ministro principal en declaraciones al Gibraltar Chronicle.
Se espera que los gibraltareños voten masivamente por la permanencia en la consulta del próximo jueves. Picardo ha descrito el referéndum como “un meteorito político dirigido a Gibraltar”. El Brexit sería “desastroso” para la economía del un territorio cuya frontera, aseguró, cruzan cada día 7.000 españoles. El ministro español de Justicia, Rafael Catalá, de visita en Londres el mes pasado, reconoció que la postura del Gobierno es que el Brexit, de producirse, “abriría un nuevo escenario”. Las fronteras de la UE se redefinirían y eso “obligaría a reconsiderar totalmente” la relación con Gibraltar.
El viaje del primer ministro británico llega cuando el Brexit toma ventaja en las encuestas. El Ejecutivo británico se está empleando a fondo para tratar de restar apoyos a la campaña del Brexit. Y alerta de los riesgos económicos que acarrearía una salida de la Unión. El ministro de Finanzas, George Osborne, ha anunciado este miércoles que, si los votantes eligen abandonar la UE, se verá obligado inmediatamente a subir drásticamente los impuestos y a recortar el gasto público en áreas tan sensibles como la sanidad y la educación. Un ajuste que ha cifrado nada menos que en 30.000 millones de libras (38.000 millones de euros) y que se consumaría en unos presupuestos de emergencia que sometería al Parlamento días después de una victoria del Brexit.