Luis de Guindos, ministro de Economía de España, destacó que en 2017 el crecimiento del PIB en España se ubicaría al mismo nivel del año pasado, es decir, alrededor del 3.2%. La estadística oficial es menos optimista y estima las perspectivas de crecimiento para el 2017 en 2.7% frente al 2.5% del año anterior. Esta tasa de crecimiento es bastante alta en comparación con las tasas de otros países europeos.

Sin embargo, la tendencia positiva de la economía española puede sufrir un cambio significativo. Para ello hay varios motivos. En primer lugar, el aumento de los precios del petróleo puede influir negativamente en ella. El incremento del barril generará una mayor inflación y la disminución del poder adquisitivo.

Otro factor muy importante que afectará negativamente el clima económico de España es la salida del Reino Unido de la UE. Este país es uno de los socios comerciales más importantes de España, y según la información del Fondo Monetario Internacional, el deterioro de las relaciones económicas y comerciales podría significar para España la pérdida de entre 0,2 y 0,4 puntos porcentuales de crecimiento del PIB. Asimismo, algunas grandes empresas españolas, como el Banco Santander y Telefónica, podrían resultar afectadas seriamente por el cambio de las relaciones con Londres, debido a que su mercado es muy importante para estas empresas, lo que, a su vez, incidirá negativamente en el mercado financiero del país.

Además, la salida del Reino Unido de la UE afecta 'ideológicamente' a España, ya que puede servir como ejemplo para la transición de Cataluña. La salida de esta comunidad del reino de España podría afectar seriamente la economía del país. Según La Vanguardia, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, en la semana del 22 al 28 de mayo comunicará la fecha del referéndum sobre la independencia. Lo más probable es que el referéndum tenga lugar el 1 de octubre, lo que significa que la economía española podría resultar afectada en un futuro próximo.

La aportación de Cataluña al PIB de España constituye más del 20% del PIB total, siendo Cataluña la región más rica, con la tasa de deuda pública más baja. La posible transición de Cataluña llevaría no solo a la caída del PIB total del país, sino a la revisión posterior de España en los 'ranking' internacionales, lo que, a su vez, podría provocar un efecto dominó en el sector financiero del país.

Como consecuencia, la población de España se vería afectada por el alto nivel de inflación y desempleo. Todo ello podría llevar no solamente a la disminución de la actividad económica y el poder adquisitivo de la población, sino a empeorar la calidad de vida de la población.

Sputnik

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