"En los últimos meses y semanas intentamos bajar la tensión, se trata de nuestro vecino", dijo el jefe de la diplomacia alemana, agregando que Turquía propuso condiciones imposibles de cumplir, como la entrega de los turcos que recibieron asilo político.

Según Gabriel, se trata de pasos inaceptables, proscritos por la ley y la Constitución.

"Estamos en una situación en la que un miembro de la OTAN está tratando de presionar a otro miembro, es algo inconcebible", subrayó el ministro germano.

El titular relevó que las autoridades de Washington prometieron a Berlín ayudarlo a solucionar la crisis con Ankara.
Días antes una delegación del Parlamento alemán, que tenía previsto viajar el martes a la base de la OTAN de Incirlik para visitar a los militares germanos, se vio obligada a renunciar a esos planes debido a la negativa de Turquía.

Las relaciones entre Berlín y Ankara se agravaron después del arresto a finales de febrero del periodista alemán de origen turco Deniz Yucel en Estambul, bajo la acusación de pertenecer a una organización terrorista y de apología al terrorismo.

Merkel exigió al Gobierno de Recep Tayyip Erdogan que liberara a Yücel y respetara la libertad de prensa.
También deterioró los lazos bilaterales la decisión de Merkel de otorgar asilo político a militares turcos acusados por Ankara de participar en la intentona golpista de julio de 2016.

A finales de enero de este año decenas de militares turcos que servían en las bases de la OTAN en Alemania solicitaron asilo afirmando que habían sufrido purgas tras el fallido golpe de Estado y habían tenido que abandonar sus cargos en estas bases.

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