La operación se inició hace un año y medio; concretamente en diciembre de 2015. Los análisis llevados a cabo en diversos puntos de España durante este periodo de tiempo han revelado que en esta planta de transformación cárnica de la empresa se elaboraban hamburguesas y otros productos con un alto contenido en carne de cerdo y otros componentes alimenticios como complementos panarios, grasas o soja. Sin embargo, se vendían como si fuese carne de vacuno, generando un importante beneficio ilícito a expensas de los consumidores mal informados.

En el mencionado comunicado de la Guardia Civil se explica que "los agentes constataron que al menos desde 2002 los diferentes elaborados en la planta, comercializados generalmente como ultracongelados, podían llegar a contener menos del 25% de carne vacuna. La naturaleza de dichos elaborados (hamburguesa, albóndigas,…) impedía descubrir el engaño, algo que sólo era posible mediante un análisis en un laboratorio especializado". En el mismo comunicado se explica que para hacer las comprobaciones los agentes recorrieron multitud de establecimientos tomando muestras aleatorias de forma encubierta, y que los resultados analíticos realizados en laboratorios de la Administración Central del Estado pusieron en evidencia la realidad de la fabricación.

La empresa lo desmiente y apunta a un ex-empleado

Aunque desde Eurofrits reconocen "un defecto en el etiquetado de algunos de los productos", insisten en que éste quedó subsanado "hace más de un año". Además, en el comunicado, Eurofritz desvela un detalle interesante: "El origen de este proceso judicial se corresponde con la denuncia de un ex-empleado que fue despedido de forma procedente por una estafa reconocida por él mismo en sede judicial, y contra el que hay interpuestas sendas querellas crimínales". Por lo demás, la empresa admite estar colaborando con dicho proceso judicial "de forma totalmente transparente".

rt.com

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