De acuerdo con la publicación, la sustancia también aumenta la resistencia física del organismo en un 70%. Según declaró el responsable del estudio, Weiwei Fan, este descubrimiento permite alcanzar un nivel profesional de resistencia sin flexionar los músculos gracias a la activación artificial de un gen denominado 'PPARD'.
Desde hace años, los científicos del Instituto Salk han estado estudiando cómo quema calorías nuestro organismo. En sus estudios, los biólogos prestan especial atención a los genes que hacen que el cuerpo utilice moléculas de grasa para quemar calorías en vez de glucosa —que es el combustible más habitual a la hora de realizar una actividad muscular—.
Los genes y los receptores de células de la clase PPAR se encargan de controlar el metabolismo de nuestras células, así como de cambiar su tipo de 'nutrición'. Según los científicos, la modificación de estos genes puede tener consecuencias inesperadas. Así, la actividad constante del gen PPAR-delta convirtió a ratones de laboratorio en 'atletas' que no subían de peso y eran capaces de correr durante largos trayectos.
Los investigadores estadounidenses decidieron desarrollar la molécula GW1516, que ayudó a los ratones a bajar de peso sin aumentar la resistencia física. Durante el experimento se alimentó durante unos meses a varios grupos de ratones con grandes dosis de GW1516, mientras que a otros se les proporcionó una alimentación normal.
Más tarde, los biólogos pusieron a los animales sobre una cinta de correr. Los científicos estadounidenses llegaron entonces a la conclusión de que los ratones que consumían GW1516 resultaron ser un 70% más resistentes a la actividad física, puesto que lograron correr durante unos 110 minutos más.
Al analizar los elementos químicos de la sangre y la actividad de los genes de los ratones, los investigadores detectaron que los roedores que consumían GW1516 tenían más de 1.000 genes modificados —entre ellos, el gen encargado de la eliminación de grasas—. Sin embargo, los genes responsables de la disolución de azúcares se desactivaron y los músculos de los ratones no utilizaron glucosa como fuente de energía.
Este descubrimiento podría ser especialmente útil en el futuro para mejorar la resistencia de las personas que quieren bajar de peso.
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