El cirujano italiano Sergio Canavero y el científico Xiaoping Ren unieron la cabeza de una rata pequeña al cuerpo de una de mayor tamaño, sin interrumpir la actividad cerebral del donante. Se ha utilizado una tercera rata para mantener estable la presión arterial de las que estaban siendo operadas.
El experimento se ha llevado a cabo con más roedores y, a pesar de que la mayoría ha sobrevivido solo unas 36 horas tras la intervención, Canavero ha calificado el experimento de "un éxito", porque su objetivo era evitar una pérdida de sangre. Mantiene que se trata de un paso importante para el trasplante de cabeza en humanos.
El controvertido cirujano ya llevó a cabo un experimento similar en un perro al que se le diseccionó la médula espinal. En el 2016, afirmó haber llevado a cabo con éxito un trasplante de cabeza en un mono que sobrevivió 20 horas antes de que se le practicase la eutanasia por razones éticas.
Se espera que el primer trasplante de este tipo en humanos se realice a finales de 2017, con un voluntario chino.
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