El equipo de investigadores señaló que han detectado las oscilaciones acústicas resonantes en M4, uno de los cúmulos de estrellas más antiguos conocidos de la Vía Láctea, con una antigüedad calculada de unos 13.000 millones de años.
Gracias a los datos de la misión Kepler/K2 de la NASA, iniciada en 2014, los expertos estudiaron la oscilaciones resonantes de las estrellas para lo que usaron la astrosismología.
Dicha técnica estudia las oscilaciones periódicas de las superficies de las estrellas, que son objetos fluidos, las cuales vibran con ciertos periodos naturales.
Esas oscilaciones crean cambios diminutos o pulsos en la luminosidad, que están causados por el sonido atrapado dentro de las estrellas, por ellos, midiendo los tonos de esa "música estelar" es posible determinar la masa y la edad de una estrella.
Este descubrimiento abre la puerta a usar la astrosismología para el estudio de la historia más reciente de nuestra galaxia.
"Al igual que los arqueólogos pueden revelar el pasado excavando en la tierra, nosotros podemos usar el sonido del interior de las estrellas para realizar arqueología galáctica", indicó el profesor Bill Chaplin.
La directora del estudio, Andrea Miglio de la Escuela de física y astronomía de la Universidad de Birmingham señaló el entusiasmo del equipo por "ser capaces de escuchar algunos de las reliquias estelares de Universo temprano", según un comunicado de la Universidad.
Las estrellas estudiadas constituyen "realmente fósiles vivientes que datan de la época en que se formó nuestra galaxia y esperamos ahora poder desvelar los secretos de cómo las galaxias en espiral, como la nuestra, se formaron y evolucionaron", agregó.
Otro de los autores del estudio el Guy Davies, señaló que con este logro han proporcionado la prueba de que la "astrosismología puede dar las edades precisas de las estrellas más ancianas de la galaxia".
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