Por su parte, el Gobierno sirio señaló que en efecto su Fuerza Aérea había atacado en la provincia de Idlib un depósito de armas donde las organizaciones terroristas Estado Islámico y Frente Al Nusra almacenaban armas químicas, y esta información fue confirmada por Rusia.
Asimismo, Moscú ha hecho hincapié en que todos los precursores químicos existentes en Siria fueron retirados del país a mediados del 2014 con la propia cooperación de EE.UU., por lo que instó a investigar a fondo lo sucedido en Idlib y tildó de "prematuro" acusar a Damasco del ataque químico.
Según los datos de la Coalición Nacional para las Fuerzas de la Revolución y la Oposición Siria, el número de víctimas del ataque químico contra civiles ascendió a un centenar de personas ―entre ellas 25 niños y 15 mujeres― e informa sobre 400 heridos, citando datos de la Dirección de Salud de la provincia de Idlib.
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