Latinoamérica no está informada sobre evolución de Daesh en la región

  11 Abril 2017    Leído: 995
Latinoamérica no está informada sobre evolución de Daesh en la región
Latinoamérica es un territorio fértil para el tránsito y la evangelización de Daesh (autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia), porque hay menos preocupación y conocimiento sobre el tema, afirma a Sputnik el académico chileno, Pablo Sapag.


"América Latina no comprende el fenómeno detrás del Estado Islámico, porque está bebiendo de fuentes que están manipuladas en su origen, que son las estadounidenses y europeas, que presentan a esta organización como territorializada, cuando es global", señala el profesor de la Universidad Complutense de Madrid, radicado en España.

De acuerdo al periodista, los países de América Latina no han tomado consciencia de la invasión de la organización yihadista en su territorio, porque "no manejan información propia", y no entienden a este grupo terrorista desde su perspectiva ideológica y doctrinaria, indicó.
Sapag considera que la concentración del Daesh solo en Oriente Medio es una idea "errónea y equívoca" instalada por los países occidentales para "desviar a la atención pública", con el fin de que no se conecte su política "desestabilizadora" en países como Irak, Siria o Libia, con los "crecientes" atentados registrados en Europa.

El doctor en Ciencias de la Información explica que la yihad tiene tres etapas: la individual, conocida en occidente como "lobo solitario", el modelo de trabajo en células y en frente abierto, que se da cuando se controla parte del territorio de un Estado y eventualmente un Estado, como ocurre actualmente en Irak o Siria.

"El Estado Islámico ha dejado caer cualquier referencia territorial en sus siglas, porque tiene vocación global; ahora se les combate en frente abierto en Siria e Irak, pero no van a desaparecer, sino que van a pasar a actuar en células o como lobos solitarios", detalla el experto en temas de propaganda y conflictos bélicos.

En su opinión, la presencia de la yihad en Europa ha aumentado de manera exponencial en los últimos años, lo que podría replicarse en los países de Latinoamérica, donde el Estado Islámico tiene entre sus intereses "llegar a Estados Unidos".
"En 2015, un vídeo advertía que México sería uno de los siguientes focos de expansión del Estado Islámico, lo cual tiene toda la lógica al compartir ese país frontera con Estados Unidos, y contar con organizaciones de tráfico de personas", precisa.

La semana pasada el director adjunto del Departamento de Nuevos Desafíos y Amenazas de la Cancillería rusa, Dmitri Feoktístov, aseguró ante la Organización de Estados Americanos (OEA) que los yihadistas de Daesh podrían usar en futuro a los países de Latinoamérica y el Caribe como un territorio de tránsito.

Por su parte, los servicios de inteligencia de la región han advertido de al menos un centenar de latinoamericanos que habrían viajado en los últimos cuatro años a Irak y Siria, para integrarse a las filas de la estructura terrorista.

Según Sapag, el continente americano es propicio para la conversión de islamistas radicales, porque "las prácticas religiosas en la región no están conectadas a elementos culturales, vinculados a la construcción de identidades nacionales".

"Es muy fácil que alguien así pueda cambiar su religión; el Estado Islámico consigue nuevos adeptos en gente que tiene bases pocos sólidas desde la identidad personal; lo hemos visto con el crecimiento de las iglesias protestantes en la región", subraya.

El excorresponsal de guerra es enfático en descartar todo tipo de relación entre la religión musulmana y los grupos radicales, pero destaca antecedentes que hablan de reclutamiento y conversión desde el islam al ala más extremista del islam suní wahabita.

En Chile, se conoció en 2015 el caso del joven chileno-noruego Bastián Alexis Vásquez, que en julio de ese año apareció en un video proclamando la destrucción de las fronteras entre Irak y Siria.

En dicha época, las autoridades argentinas advirtieron además de la existencia de gente vinculada al Daesh en las cercanías de la Triple Frontera, "una zona donde hay bastante población chiíta libanesa, que el Estado Islámico acusa de apóstatas".

El investigador remarca que el Daesh es una colectividad global, que tiene presencia en todo el mundo, y que su nivel de injerencia depende de la fase que esté atravesando y los objetivos que tenga por delante.

Latinoamérica, en tanto, es "receptiva" e integra fácilmente creencias y costumbres extranjeras, "por lo que no sería raro que en 10 a 15 años más, la comunidad musulmana sunita adquiriera una presencia importante en la región".

Sapag indica que esta corriente mayoritaria del islam es la que el Daesh pretende manipular y radicalizar, a la vez que llama a no vincular sin fundamentos a la diáspora con el terrorismo.Sputnik


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