En un artículo con motivo de los 25 años de relaciones diplomáticas entre Azerbaiyán y Rusia, el canciller enfatizó que Moscú hace lo posible para que se recupere la paz en torno a Karabaj, tanto por cuenta propia como en el marco del llamado Grupo de Minsk que copreside.
"Gracias a los esfuerzos de los mediadores, las partes han logrado acercar posiciones de forma importante respecto a muchas cuestiones controvertidas, se han acordado en términos generales los principios básicos de la solución", indicó Lavrov en su escrito que publica el periódico Bakinski Raboçi.
Al mismo tiempo señaló que las partes del conflicto "tienen una visión distinta de la implementación" de estos principios.
"Ante esta situación, nuestra tarea es ayudar a las partes a encontrar una solución equilibrada a base de los logros alcanzados", manifestó.
Lavros califico de "necesaria" la disposición de Bakú y Ereván a hacer "concesiones mutuas" para avanzar en el proceso de paz.
"Rusia, a su vez, está dispuesta a apoyar la solución al problema que satisfaga a todas las partes involucradas, y en caso de un consenso, hacerse garante del acuerdo junto con otros mediadores", concluyó.
El conflicto de Nagorno Karabaj que divide a Armenia y Azerbaiyán desde 1988 registró una escalada a principios de abril de 2016 tras haber permanecido latente durante más de dos décadas.
Desde el 5 de abril se mantiene en la zona un armisticio frágil aunque los bandos del conflicto se acusan regularmente de violarlo.
Bakú perdió el control sobre Karabaj y siete distritos adyacentes tras la escalada de las hostilidades entre 1992 y 1994.
Para impulsar una solución negociada del conflicto se instituyó en 1994 el llamado Grupo de Minsk, copresidido por EEUU, Rusia y Francia.
Azerbaiyán insiste en recuperar su integridad territorial, mientras que Armenia defiende los intereses de la autoproclamada República de Nagorno Karabaj, que no es parte de las negociaciones.
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