"A día de hoy 12.000 habitantes regresaron a Balaklea", aseguró el servicio de prensa del presidente Petró Poroshenko.
La entidad indicó que los equipos militares continúan la desactivación de los proyectiles que quedaron esparcidos en la zona.
La Fiscalía ucraniana abrió dos causas penales por sabotaje y negligencia.
El depósito del Ejército ucraniano se encuentra ubicado en la ciudad de Balaklea, a 64 kilómetros de Lugansk, donde las tropas del régimen mantienen desde 2014 una operación militar contra las milicias.
El ministro ucraniano de Defensa, Stepán Poltorak, no descartó que el incendio haya sido causado por un sabotaje y apuntó precisamente a las milicias.
Desde Lugansk rechazaron estas insinuaciones y atribuyeron el incendio a los tejemanejes de los propios militares ucranianos.
Según el portavoz de las milicias de la autoproclamada República Popular de Lugansk (RPL), Andréi Marochko, los militares ucranianos estaban vendiendo municiones de ese arsenal y al enterarse de la próxima llegada del viceministro de Defensa, general Pavlovski, provocaron el incendio para ocultar el desfalco.
Sputnik
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