Durante su campaña electoral hacia la Casa Blanca, Trump había defendido la existencia de la cárcel de Guantánamo. Concretamente, en abril de 2015, no solo aseguró que la haría más grande, sino que esperaba que el número de detenidos creciera.
En este sentido, el auditor del Departamento estadounidense de Defensa (Pentágono), John Roth, señaló, mediante un informe, que el centro de reclusión podría seguir operativo todavía durante bastante tiempo. "No parece que vayamos a cerrarlo pronto", aseguró.
Las propuestas forman parte de un pedido adicional de 30.000 millones de dólares al Congreso para el presupuesto del Pentágono, en el actual año fiscal, que comenzó durante el mandato del expresidente estadounidense Barack Obama y que finalizará en septiembre de este año en curso.
El plan también prevé fondos para la lucha contra Daesh, incluyendo bombas de alta tecnología y sistemas de defensa contra los drones (aeronaves no tripuladas) usados por los insurgentes.
La cárcel de Guantánamo fue abierta por el expresidente estadounidense George W. Bush (2001-2009) tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EE.UU. y llegó a albergar a cerca de 800 presos sospechosos de haber cometido actos terroristas en suelo norteamericano.
Desde su primera campaña electoral en 2008, Obama prometió cerrar la mencionada base antes del fin de su Administración, compromiso que no logró cumplir.
Si bien, en el marco de la promesa de Obama de cerrar la citada prisión, han sido liberados o transferidos prisioneros a terceros países, unos 711, en concreto, nueve han muerto en custodia y alrededor de 60 todavía permanecen detenidos.
De acuerdo con lo denunciado en informes del Observatorio de Derechos Humanos (HRW, por sus siglas en inglés) y algunos de los que fueran reclusos de Guantánamo, los prisioneros en dicha base fueron sometidos a abusos sexuales y torturas por la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés).
HispanTV.es
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