Medio millar de trabajadores participarán en el desplazamiento de las obras. Todos ellos son empleados de los distintos departamentos del museo que se presentaron voluntarios durante los ejercicios de prevención organizados en los últimos años. Según datos del Louvre, con alrededor de nueve millones de visitantes el pasado año, el 70% de los depósitos del museo se encuentran en una zona inundable, porcentaje equivalente a una superficie de 8.600 metros cuadrados, donde se encontrarían unas 220.000 obras. Que el desplazamiento de las obras llegue a buen puerto dependerá de cómo evolucione esta situación de emergencia. Un estudio difundido por el museo tras un simulacro realizado en 2015 sostenía que el plazo de 72 horas contemplado por este plan no era suficiente para evacuar la totalidad de las obras y apuntaba que el museo “no dispone de 8.600 metros cuadrados en zonas no inundables para transferirlas”. Por ese motivo, el Louvre anunció la creación en 2015 de un nuevo depósito en Liévin, en el norte de Francia, muy cerca de la segunda sede del Louvre en la ciudad de Lens. Ese almacén no se inaugurará hasta 2018, por lo que el museo deberá encontrar en las próximas horas otra solución, si la emergencia se agrava. “El objetivo es salvar el mayor número de obras posible”, admitían fuentes del museo.
Las colecciones serán evacuadas siguiendo un orden de prioridad establecido por los distintos departamentos del Louvre, en función de la naturaleza y la vulnerabilidad de cada obra. El Louvre también debería trasladar su departamento de Artes del Islam, que ya fue cerrado este jueves por precaución. El cierre se produce de manera preventiva, a petición de la Prefectura de Policía: todavía faltaba que el Sena creciera otro medio metro adicional para que fuera obligatorio lanzarlo. El cierre podría prolongarse durante el fin de semana si la situación no mejora.
Esta será la primera evacuación de las colecciones del Louvre desde la Segunda Guerra Mundial, cuando Jacques Jaujard, alto funcionario del museo, logró evacuar 4.000 tesoros de la colección, incluida La Gioconda, ante la llegada de los nazis. Durante las históricas lluvias torrenciales de 1910, cuando el Sena superó los ocho metros de altitud, todavía no existían los almacenes subterráneos afectados por esta evacuación.
El Museo de Orsay también decidió a última hora del jueves cerrar sus puertas este viernes para proteger sus colecciones, en las que figuran obras de Renoir, Gauguin, Van Gogh, Cézanne, Monet o Bonnard, entre muchos otros. El templo del impresionismo, situado en la orilla opuesta del Sena a la del Louvre, llevaba años preparándose para una posible inundación. Personal voluntario del museo ha sido formado en los últimos meses para proceder al traslado de las obras. Su plan de emergencia contempla una evacuación de 96 horas.
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