"Aunque las representaciones de 21st Century Fox subrayaron áreas en las que disputaban mi posición, ninguna de estas representaciones me llevó a desestimar las inquietudes que tengo en aras del interés público", declaró en la Cámara de los Comunes.
La "orden de intervención" implica la revisión del regulador del Reino Unido en comunicaciones, Ofcom, y de la Autoridad en Competencia y Mercados (CMA, en sus siglas en inglés) de las consecuencias de esta operación valorada en 11.700 millones de libras (unos 14.500 millones de dólares).
Ambas agencias disponen de 40 días para presentar sendos informes, que pueden activar la luz verde a la fusión o dar paso a una segunda ronda de investigaciones.
Esta misma operación del imperio mediático presidido por Rupert Murdoch fracasó en 2011 a consecuencias de las escuchas ilícitas en el entonces dominical líder en Reino Unido, el ya cerrado News of The World.
La polémica sigue viva debido en parte al doble papel del hijo del fundador, James Murdoch, como presidente de Sky y consejero delegado de Fox.
Ofcom ha abierto una investigación paralela para valorar si James Murdoch es un profesional "digno y apto" para dirigir la fusionada compañía de televisión. En 2011 consideró que no estaba al nivel exigido en Reino Unido.
La orden de intervención firmada por Bradley especifica la "necesidad… de que haya una pluralidad de personas en control" de los medios de comunicación.
La absorción de Sky por Fox será también analizada para comprobar si existe el "compromiso genuino" de respetar los requisitos exigidos, incluida imparcialidad política en el contenido de las emisiones.
Sputnik
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