La foto que más atención merecerá en Buenos Aires será la de Francisco con Lorenzetti. Desde la Casa Rosada siguen de cerca cada gesto de Bergoglio y ya no ocultan que la relación no es la mejor. El deterioro ha sido creciente desde el trato distante que Francisco dio al presidente Macri en febrero pasado. Los 22 minutos que el Sumo Pontífice dedicó al empresario y el gesto adusto que mostró en las fotos no cayeron bien en el Ejecutivo argentino. El 27 de mayo, Francisco dedicó más de una hora a la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, una de las más duras críticas de la gestión macrista. La diferencia de trato motivó a la vicepresidenta, Gabriela Michetti, ha reconocer que la relación con el Papa argentino no es todo lo buena que desearían. "No digo que [Francisco] no lo comprenda, digo que tal vez no hemos podido contarle hacia dónde estamos yendo. Mauricio no ha tenido una charla a fondo con el Papa para decirle: `Mire yo estoy yendo para allá` y que la pobreza le parece un tema clave en la Argentina", dijo la funcionaria.
Ahora será el turno de los jueces, invitados, según los organizadores de la cumbre en el Vaticano, porque “todos han tenido causas vinculadas a la criminalidad organizada". Así, Lorenzetti hablará sobre el "El rol de la Corte Suprema de Argentina en materia de narcotráfico". Casanello, en tanto, ha titulado su exposición con el título "La colaboración internacional en materia de criminalidad organizada: del dicho al hecho", según el cronograma oficial. Los resultados de la cita serán seguidos de cerca en Buenos Aires, donde han leído la invitación papal como un guiño a favor de las investigaciones que esos jueces tienen en sus juzgados.
El encuentro de Francisco con jueces argentinos no será el primero. El 4 de mayo pasado recibió a 7 magistrados con altos cargos en Poder Judicial, quienes le transmitieron un panorama de la situación del Servicio Penitenciario argentino y las dificultades de los presos para reinsertase como ciudadanos comunes. Al frente de la comitiva estuvo el presidente de la Cámara Federal de Casación Penal Alejandro Slokar, quien ofició de portavoz. "El encuentro fue muy afectuoso, él tiene vocación una y otra vez de expresar las cuestiones que hacen a su preocupación en cuanto a la situación de los privados de la libertad y su reinserción", dijo Slokar.
El juez aclaró en aquel momento que la conversación no se desvió del tema central, atento a las repercusiones que tendría en Argentina cualquier declaración política.
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