La tormenta que azotó a Irán la semana pasada dejó sin electricidad y sin agua a la mayoría de los poblados de la provincia. Además, provocó una reducción en la extracción de petróleo en Juzestán.
A raíz de este fenómeno, al menos 218 personas fueron hospitalizadas. Por su parte, los residentes locales protestaron contra las autoridades locales por no manejar de manera adecuada a la situación y exigieron la dimisión de Ebtekar y del Gobierno regional.
Incluso el ayatolá de Irán, Alí Jamenei, se manifestó; exhortó a las autoridades locales a tomar medidas urgentes en la lucha contra las precipitaciones radiactivas que se formaron tras la tormenta.
Sputnik
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