Esta decisión es un efecto colateral del escándalo político que se produjo en 2016 en el país asiático alrededor de la presidenta surcoreana, Park Geun-hye, en el que también se vio involucrada la dirección de Samsung.

Hace algunos días, el heredero de la importante compañía, Lee Jae-yong, fue detenido después de haber sido interrogado en varias ocasiones por la policía surcoreana.

Uno de los cambios más importantes del conglomerado será la eliminación de la Sección de la Estrategia de Futuro, que se encargaba de tomar decisiones coordinadas sobre la estrategia general del conglomerado, las inversiones a largo plazo y el desarrollo de nuevas líneas de negocio.

Esto no supone simplemente una liquidación de un departamento de la compañía, sino que implica el fin de Samsung como un conglomerado empresarial unificado. Aunque las empresas que surjan de esta división conserven su antiguo nombre, incluida la denominación Samsung Electronics, en el futuro todas actuarán de forma independiente.
Se prevé que el conglomerado se divida en tres compañías principales que se formarán alrededor de Samsung Electronics, Samsung C & T y Samsung Life y que se especializarán en sus respectivas esferas: la electrónica, el comercio y la construcción y las finanzas.

Todas estas compañías van a trazar de forma autónoma sus propios planes de negocio, la contratación de personal y la gestión de sus recursos para la inversión. Además, las reuniones conjuntas y los seminarios que se celebraban hasta ahora de forma conjunta dejarán de realizarse.

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